La mayoría de las preguntas son casi siempre las mismas, aquí resolvemos las más comunes:
No, no es lo mismo. La médula espinal se encuentra en la columna vertebral y transmite los impulsos nerviosos a todo el cuerpo. En cambio, la médula ósea es el tejido esponjoso que se encuentra en el interior de los huesos y es el lugar donde se produce la sangre porque contiene las células madre.
Puede ser donante de médula ósea cualquier persona sana entre 18 – 40 años que no padezca ninguna enfermedad susceptible de ser de ser trasmitida al receptor y que tampoco padezca ninguna enfermedad que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación.
Cuando una persona desea ser donante de médula ósea, lo que debe hacer es dirigirse a su Centro de Referencia de donantes de Médula Ósea. En Aragón es el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón, sito en la calle Ramón Salanova nº 1 de Zaragoza. Allí se le dará información sobre todo el proceso y firmará un Consentimiento Informado. Posteriormente, se le citará para realizarle un análisis de sangre que determine su sistema de compatibilidad (HLA). Estos datos, de forma codificada, son incluidos en la base de datos del REDMO (Registro Español de Donantes de Médula Ósea).
No, según establece la ley española, la donación es altruista. Sin embargo, sí se cubrirán los gastos derivados de la donación si los hubiera, como desplazamientos, alojamiento del donante y un acompañante si la extracción se realiza en una ciudad que no es la residencia habitual o el valor de las jornadas laborables que se pudieran perder. Todos los gastos serán a cargo de la Fundación Josep Carreras.
Cuando un paciente necesita un trasplante de médula ósea y no dispone de familiar compatible, se inicia, a través del REDMO, una búsqueda de un donante compatible a nivel internacional. EL REDMO, además de buscar entre nuestros propios donantes inscritos, se pone en contacto con todos los Registros de Donantes Voluntarios de Médula ósea del resto de Europa, EEUU y Australia. Por tanto, se trata de un banco de datos a nivel internacional. De esta forma, si existe un donante compatible, éste ha de aparecer con independencia del país que inicie la búsqueda. Cualquier paciente del planeta tiene a su disposición los 28 millones de donantes existentes en el mundo. Una vez que se ha localizado un donante compatible, lo que se hace es acudir al país donde se encuentra el donante, se extrae la médula y se traslada a España para ser trasplantada. Todos los gastos que se deriven de las búsquedas o del trasplante, son cubiertos por el Sistema Nacional de Salud.
Antes de trasplantar médula ósea, hay que comprobar que el donante y el receptor son compatibles. Esto significa que las células de estas dos personas son tan compatibles que pueden convivir indefinidamente en el receptor.En el proceso de trasplante, normalmente se dona mediante citoaféresis o donación de sangre periférica. Una vez hecha la donación, se infunde en el sistema circulatorio del receptor. Las células madre anidarán en la médula ósea de los huesos del receptor para producir células de la sangre sanas. A veces también puede extraerse la médula del hueso de un donante mediante punción de las crestas ilíacas (hueso de la cadera). La forma de extracción de las células se valorará según las necesidades del paciente y la opinión del donante.
Las células madre se encuentran en el interior de los huesos, pero si se administra un medicamento llamado “factores de crecimiento hematopoyético” al donante, pueden movilizarse las células hacia la sangre circulante y extraerse. Se administran estos “factores de crecimiento hematopoyético” durante 4-5 días y a continuación, se pueden extraer las células de la sangre mediante citoaféresis. De manera ambulatoria, se hace circular la sangre obtenida de una vena de un brazo a través de unas máquinas denominadas “separadores celulares”, que recogen las células madre. El resto de la sangre es devuelta al donante por una vena del otro brazo.
El único efecto secundario de la donación de médula ósea mediante punción es el posible dolor de la zona de punción, que normalmente desaparece en menos de 48h y se controla con analgésicos comunes. Como la punción se efectúa en quirófano y bajo anestesia general, tiene el mismo riesgo que cualquier operación que implique una anestesia general.Cuando la donación se hace mediante aféresis, el tiempo durante el que se administran los “factores de crecimiento hematopoyético”, se pueden experimentar síntomas leves de gripe como el dolor de huesos y músculos.
No, según la ley española, la donación es anónima.
No, cuando te apuntas como donante en el REDMO, se te extrae una muestra de sangre que servirá para comprobar la compatibilidad entre un receptor y los posibles donantes a través de los antígenos HLA. Aunque las probabilidades de compatibilidad son muy bajas (aproximadamente 1 entre 40.000), si se detecta que eres el mejor donante para un receptor, tu centro de referencia se pondrá en contacto contigo.
Sí. Al cabo de unas semanas de la donación, la recuperación de la función medular es completa, por lo que se podría realizar otra donación. Sin embargo, cuando la donación es por citoaféresis, la normativa vigente indica que sólo se podrá volver a donar para el mismo paciente. Si la donación es mediante punción, puede donar para otro paciente transcurrido al menos un año. Es evidente que un donante puede volver a donar sin ningún inconveniente si un familiar suyo lo necesitase.
No, se te extraerán las células necesarias y se le enviarán al paciente.
No, debes ir a un Hospital especializado, ya que no todos realizan este procedimiento. Dentro de la lista de este tipo de hospitales, se te asignará el más cercano a tu domicilio.
No. Durante el embarazo no se puede realizar donaciones, pero sí el estudio de compatibilidad. No obstante, tras el embarazo y la lactancia puedes ser dada de alta de nuevo en el Registro de Donantes.
El donante puede cambiar o corregir sus datos de contacto a través de los teléfonos que el registro REDMO tiene habilitado para ello. Además, en el consentimiento informado que firma el donante y que forma parte del Registro de Donantes se pide datos de algún familiar o allegado al que poder recurrir para localizar al donante en caso de no conseguir contactar a través de sus datos de contacto.
El donante puede darse de baja temporal o definitivamente en cualquier momento, solo tiene que contactar con REDMO.
No. En el proceso de donación, tanto los datos del paciente que recibe el trasplante como los del donante que suministra las células son confidenciales. Nunca se podrá saber ni quién es el donante ni quién la persona que recibe las células de médula ósea.
No. En el proceso de donación, tanto los datos del paciente que recibe el trasplante como los del donante que suministra las células son confidenciales. Nunca se podrá saber ni quién es el donante ni quién la persona que recibe las células de médula ósea.
En principio sí. Hay que tener presente que la donación se puede realizar varios años después de haber dado su consentimiento para ser donante y en ese tiempo es probable que el peso (al igual que otras circunstancias) haya variado.
Solo en el caso de ser familiar directo del enfermo y por una cuestión de compatibilidad. De hecho, cuando alguien necesita un trasplante de médula, en primer lugar se busca el donante entre los familiares directos, y de no encontrarse, se inicia la localización del donante idóneo entre todos los que existen a nivel mundial.
La donación de médula es para aquella persona en el mundo que lo necesite, independientemente de quién sea y donde resida.
El producto es suyo, por consiguiente usted tiene la última palabra. Por otro lado el doctor que lleva al paciente es quien nos indica cual de las dos donaciones es la idónea para ese caso en concreto. En caso de no coincidir con el deseo del donante se buscaría a otro donante compatible.
La donación por punción, requiere 48 horas hospitalizado.
La Fundación Josep Carreras le facilitará toda la documentación, escritos que necesite para su trabajo y en caso de descontarle a usted algún importe será cubierto por la fundación.
Todos los donantes disponen de un seguro. Pero nunca hemos tenido nada para suponer esto.
Intentamos hacerlo lo más cómodo para el donante. En caso de traslado , también es cubierto por la Fundación Josep Carreras.
El sistema inmune de nuestro organismo es un sistema de reconocimiento y ataque que cumple con la función de diferenciar lo propio de lo ajeno y asegurar la defensa del cuerpo frente a agentes extraños, microorganismos infecciosos, células neoplásicas, o células normales trasplantadas desde otra persona. Parte fundamental de este sistema inmune es la información genética que contienen todas las células de nuestro cuerpo que denominamos sistema HLA (antígenos leucocitarios humanos). El sistema HLA es el principal responsable del rechazo de los injertos cuando no existe suficiente compatibilidad entre un paciente y un donante. Si el HLA es igual entre ambos individuos, el paciente no considerará las células del donante como ajenas y no las rechazará. Pero si el trasplante es de células madre, las células trasplantadas forman parte del sistema inmune del donante, por lo que son capaces de rechazar al organismo receptor. Por tanto, se necesita un elevado grado de compatibilidad HLA donante-receptor para que las células del donante sano repueblen el organismo del paciente sin ser rechazadas y sin producir rechazo para que puedan hacer desaparecer las células enfermas del paciente. Los genes del sistema HLA se transmiten casi siempre en bloque. Cada bloque se denomina haplotipo. El padre aporta un haplotipo y la madre otro, dando origen al genotipo HLA, perfil genético propio del nuevo ser. Es por ello que la mayor probabilidad de encontrar un donante compatible es a través de los hermanos, ya que es muy posible que hayan heredado el mismo material genético de sus padres. Esta situación se produce en uno de cada cuatro pacientes, el resto requerirán encontrar un donante no emparentado.
Y, ¿cómo reconocemos el HLA de cada individuo? Mediante el estudio de las cadenas de aminoácidos de los genes del sistema HLA presentes en todas las células a las que llamamos alelos. En el trasplante de médula ósea nos centramos en los alelos A, B, C y DR existiendo en cada individuo dos expresiones para cada uno de ellos (uno del padre y otro de la madre). Así, entre paciente y donante comparamos ocho alelos. La dificultad en encontrar donantes que compartan el mismo HLA reside en el polimorfismo de los alelos. Existen 1.729 alelos A diferentes, 2.329 alelos B, 1.291 alelos C i 1.150 DR. Vamos, ¡buscar una aguja en un pajar!
Cuantos más donantes voluntarios existan en el registro mundial de donantes, más incrementamos las posibilidades de que los pacientes encuentren un HLA igual al suyo.
Si tienes más dudas, puedes llamar al teléfono del Plan Nacional de Médula Ósea (900 102 688) . También puedes llamar al teléfono del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón (900 102 841). Si ya lo tienes claro, mira cual es tu centro de referencia más cercano AQUÍ y llama ahora.
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